Del dato a la acción

Después de la crisis sanitaria, la inflación: siempre los mismos perdedores

Thomas Ubrich, equipo Estudios de Cáritas Española

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En los últimos meses, una nueva crisis de tipo inflacionario ha agravado una situación social y económica todavía muy inestable e incierta como resultado de la crisis social y sanitaria asociada a la COVID-19.

La inflación ha ido creciendo hasta alcanzar máximos no vistos en 37 años y en julio ascendía al 10,8%. La Comisión Europea estima que cerraremos el año 2022 con una inflación global del 8,1%, y parece ser que llega para quedarse, ya que según la OCDE este dato seguirá en máximos en España, al menos, hasta el año 2024.

Toda la sociedad, empresas y familias, se está viendo afectada por el encarecimiento del coste de la vida: los recibos están aumentando y cada vez cuesta más llenar la nevera y pagar las facturas. El aumento de los precios erosiona el valor de los salarios y ahorros reales, empobreciendo así a las familias. Pero sin duda, de nuevo los más vulnerables son los más afectados. Los hogares de ingresos bajos y medios son generalmente más vulnerables a la alta inflación que los más ricos, debido a la respectiva composición de sus ingresos, activos y en particular de sus canastas de consumo.

Así, si el aumento del costo de la vida nos impacta a todos, este aumento que afecta particularmente al precio de los alimentos, la vivienda y el transporte, afecta más a las personas y familias más pobres, por la importante participación que estos gastos ocupan en su presupuesto. Los gastos esenciales (vivienda + alimentación + transporte) suponen reservar 61€ de cada 100€, y por tanto reducir a 29€ de cada 100€ a otros gastos igualmente importantes y necesario como son el vestido y el calzado, las comunicaciones, la sanidad, la educación y un largo etcétera.

Además, si desglosamos los datos de inflación, se ve que las mayores subidas de precios corresponden a los productos y servicios esenciales. Así, la inflación correspondiente a los gastos en vivienda y suministros (agua, luz, gas…) alcanzaba en junio de 2022 el 19%, igual que la partida de transportes. Por su parte, el crecimiento de los precios de la alimentación superaba el 13%.

 

Proporción de los ingresos destinados a vivienda y alimentos según nivel de ingresos de los hogares

Fuente: Elaboración propia basada en la Encuesta de presupuestos familiares (INE). Extraído de FOESSA (2022). Análisis y Perspectivas: El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo.

 

Esto supone que las familias deben dedicar casi toda su capacidad de gasto a cubrir las necesidades más básicas: vivienda, alimentación y transporte. Si antes de la crisis de la inflación, los hogares con ingresos inferiores a 1.500 euros mensuales (el 31,7% del total de hogares) destinaban a estas tres partidas 61 de cada 100 de los euros que ingresaban, al terminar el año estarán dedicando 80 de cada 100 euros que ingresen. Peor les iba a las familias con ingresos menores a 1.000 euros (el 14,8% del total de hogares en España), que antes de la crisis se veían obligados a dedicar casi el 70% de esa cantidad exclusivamente a vivienda y alimentación y que al finalizar el año superaran los 80 de cada 100 euros.

 

Proporción de gastos esenciales (vivienda+alimentos+transporte) en 2021 y simulación de 2021+IPC a junio, según nivel de ingresos de los hogares

Fuente: Elaboración propia basada en la Encuesta de presupuestos familiares e índice de precios de consumo (INE). Extraído de FOESSA (2022). Análisis y Perspectivas: El coste de la vida y estrategias familiares para abordarlo.

 

La crisis inflacionaria nos plantea nuevamente el reto de una reforma profunda de nuestro sistema de protección social. Por un lado, necesitamos medidas urgentes capaces de paliar y mitigar el sufrimiento actual de las personas más vulnerables. Y por otro, es también esencial mejorar las políticas que protegen a los más vulnerables y luchan con medidas preventivas contra las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad.

Del dato a la acción

Un mundo que no mejora igual para todos

J. Jesús Bellido López

Investigador en Conservación de la Naturaleza. Voluntario Cáritas Parroquia Virgen del Camino (Málaga)

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Cada persona es un mundo, con sus ilusiones, miedos, prejuicios, proyectos… y los emigrantes son, no lo olvidemos, personas que atraviesan por unas circunstancias muy particulares. Por lo tanto, salvo en casos muy claros de guerras, hambrunas, desastres naturales u otros potentes impactos, es una tarea titánica y, posiblemente, muy ambiciosa, pretender diagnosticar las causas precisas que las mueven a abandonar sus hogares. A veces, será la suma de factores negativos los que irán predisponiendo a individuos, a familias enteras, a tener preparadas las maletas, si es que tienen algo de valor que llevar con ellos. Luego, tal vez, llega la circunstancia detonante, que fuerza la toma de una decisión que ya se estaba gestando desde mucho antes. Esa causa detonadora puede terminar eclipsando al resto que también habrán sido responsables del proceso que los alejará de su patria.

En el caso de España, cada año son miles los migrantes que recaban aquí, bien como destino final, bien como puente hacia Europa. De acuerdo a los datos obtenidos gracias a Cáritas Española, sabemos que, en los últimos años (2009-2019), en las parroquias de todo el país se han atendido a personas de hasta 193 nacionalidades distintas de todos los rincones del mundo.

Si no podemos responder a la pregunta del porqué migran, sí tenemos herramientas para valorar qué aspectos de su vida podrían mejorar en un país de acogida como es España. Consideramos de la máxima relevancia destacar este punto pues, según nos recuerda el papa Francisco en la encíclica Fratelli tutti, existen sectores sociales en los que el inmigrante es visto como un usurpador que no ofrece nada. Así, se llega a pensar ingenuamente que los pobres son peligrosos o inútiles y que los poderosos son generosos benefactores.

Este breve análisis se fundamenta en The Legatum Prosperity Index 2019. Se trata de un Índice de Prosperidad elaborado como un instrumento práctico para ayudar a identificar las medidas concretas que deben adoptarse para contribuir a fortalecer los caminos que conducen de la pobreza a la prosperidad y para proporcionar una hoja de ruta a medida que las naciones trazan su camino. El Índice consta de tres dominios (Comunidades Empoderadas, Sociedades Inclusivas y Economías Abiertas) que se dividen en 12 pilares de prosperidad (cuatro por dominio). Este índice se desarrolla y actualiza cada año por el Instituto Legatum, un centro de estudios con sede en Londres que tiene la visión de crear un movimiento mundial de personas comprometidas con la creación de vías para pasar de la pobreza a la prosperidad y la transformación de la sociedad. Una de las conclusiones más relevantes del Legatum Prosperity Index 2019 es que mientras que la prosperidad mundial sigue mejorando, la brecha entre los países más fuertes y los más débiles va en aumento.

En el caso de España se observa cómo la brecha que menciona el Índice es una realidad palpable. Especialmente reseñables son los casos de Libertad personal, Condiciones de vida y Educación con más de 20 puntos de diferencia. Así, de entrada, el poner un pie en España les ofrece una mejora instantánea en esos aspectos sin olvidar otros tan relevantes como la seguridad o la salud.

Y no podemos olvidar que, dentro de los países desarrollados, España ocupaba en 2019 el puesto 25 del ranking, por lo que, para esas personas, todavía existen mejores opciones para tratar de ser parte de esa prosperidad, reservada a unos pocos.

En este escenario, es de esperar que la marea migratoria continúe. Así, es una obligación moral de los países de destino el estar preparados para su acogida e integración pues es difícil no vincular la prosperidad de unos con las carencias de otros. Además, en la esfera internacional, se deben propugnar medidas contundentes que permitan la reducción de las desigualdades entre los países de origen y llegada, así como el florecimiento de la prosperidad en los países más pobres.

 

Referencias

Fundación FOESSA, 2019. VIII Informe sobre exclusión y desarrollo social en España 2019. Fundación FOESSA.

Legatum Institute Foundation 2019. The Legatum Prosperity Index. A tool for transformation Overview 2019. Editado por Legatum Institute Foundation. https://li.com/reports/2019-legatum-prosperity-index/

Papa Francisco. Carta encíclica Fratelli tutti del Santo Padre Francisco sobre la fraternidad y la amistad social. 3 de octubre de 2020.

 

Número 8, 2021