Muerte de un viajero. Una contrainvestigación
Israel Gómez Rodilla, sociólogo. Director en ZIES Investigación y Consultoría
Puedes encontrar a Israel en Linkedin.
Muerte de un viajero. Una contrainvestigación
Didier Fassin
Traducción de Francisco Manuel Carballo Rodríguez
Editorial AKAL (2024). 168 páginas
Didier Fassin es una de las figuras intelectuales más influyentes del pensamiento crítico contemporáneo en Francia. Médico, antropólogo y sociólogo, su rigor científico se suma a un fuerte compromiso ético y político. Ha abordado temas como la salud pública, la justicia penal, las migraciones y las desigualdades sociales, siempre desde una mirada que cuestiona los mecanismos de poder.
En Muerte de un viajero. Una contrainvestigación propone una indagación sobre las circunstancias de la muerte de Angelo, un hombre de 37 años perteneciente a la comunidad de los gens du voyage[i], que en 2017 fue abatido por agentes de una unidad de élite de la Gendarmería Nacional francesa mientras estaba con su familia. Un hecho que conmocionó Francia por el empleo de una fuerza especializada en antiterrorismo para una detención rutinaria de un individuo no considerado peligroso.
El libro se estructura en una serie de testimonios de diversos actores: familiares, gendarmes, médicos y periodistas. Esta polifonía permite al lector confrontar las múltiples versiones de los hechos y cuestionar la construcción de la verdad judicial.
Con un tono de novela negra, Fassin adopta una postura deliberadamente distanciada, refiriéndose a sí mismo como el sociólogo, evitando el uso del yo y omitiendo notas al pie o bibliografía. Esta elección estilística subraya su intención de presentar una narrativa que desafíe las versiones oficiales sin imponer una verdad absoluta.
El sociólogo no busca simplemente reconstruir los hechos, sino cuestionar cómo se narran y quién tiene el poder de hacerlo. ¿Por qué se da mayor veracidad al testimonio de los agentes que al de los padres del fallecido presentes en el momento de su muerte? Su enfoque no ofrece respuestas definitivas, sino que abre un espacio para la duda y el cuestionamiento de las narrativas oficiales.
Más allá del caso específico de Angelo, Muerte de un viajero invita a reflexionar sobre las dinámicas de poder, el papel de las fuerzas del orden y las instituciones judiciales, la marginalización de comunidades y minorías y la perpetuación de desigualdades.
También es una poderosa reivindicación del papel público de la sociología como una forma de intervención crítica en la vida social. Frente a un relato institucional cerrado, su contrainvestigación revela los vacíos, los sesgos y las jerarquías que estructuran la versión oficial. De esta manera, nos muestra la sociología como una práctica comprometida que escucha las voces silenciadas (la de la familia de Angelo o la comunidad de viajeros), y las restituye al espacio público.
En este gesto, Fassin reafirma la función de las ciencias sociales como instrumentos de justicia simbólica, capaces de cuestionar las formas de violencia que se ejercen no sólo con armas, sino también con palabras, archivos y silencios.
Este es uno de los textos con los que la editorial AKAL inaugura su colección Ágora Teoría dirigida por el filósofo José Luis Moreno Pestaña. Pretende agrupar una serie de obras comprometidas con aclarar interrogantes urgentes desde la información rigurosa y el pensamiento crítico, pero de una manera accesible a un amplio conjunto de lectores.
Ciertamente, Muerte de un viajero es una buena manera de empezar esta andadura.
[i] 1 La noción de gens du voyage es un concepto administrativo creado en el derecho francés para designar a la comunidad de viajeros sin residencia fija, de ahí que se la denomine comunidad nómada.