Del dato a la acción

El comercio justo, una herramienta poderosa contra la guerra económica

Ana Sancho Barrero. Técnica del Equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española

 

Según el último informe anual El Comercio Justo en el Estado español 2023, publicado en febrero 2025 por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) la facturación de productos de comercio justo en 2023 a nivel estatal ha alcanzado los 156 millones de euros. Esto supone un 7% de aumento en la facturación, una cifra alentadora para el sector que indica que se va recuperando el ritmo de crecimiento estancado durante la pandemia.

En Cáritas celebramos también este dato positivo para todas las organizaciones, especialmente sabiendo que esto significa más ingresos y más mercado para los grupos productores y artesanales de Asia, América del Sur y África. La palabra comercio siempre va ligado a ventas y beneficio, pero Cáritas lo enfoca desde la filosofía del no lucro y defiende que solo con vender más no se transforma un modelo de comercio basado en el beneficio económico sino, en la persona[1]. En ese sentido, podemos decir que nuestro modelo de comercio justo se basa más en la acción, la sensibilización y la incidencia que en los aspectos comerciales. Para ello contamos con personas aliadas y comprometidas: El voluntariado y la clientela: personas consumidoras y fieles.  Aunque nuestras ventas son discretas, los ingresos totales (ventas + subvenciones, donaciones, etc.) se pueden considerar positivos, considerando el daño que causó la pandemia durante los años 2020-2021 según se puede apreciar en el gráfico*[2].

Por otra parte, las acciones de sensibilización (eventos en la calle, formaciones en colegios, institutos, universidades, celebraciones de fecha clave, participación en campañas y mucho más) han remontado desde los años 20-21 cuando debido al confinamiento se suspendieron.

Nuevas amenazas

En 20 años de comercio justo en Cáritas hemos afrontado y superado crisis económicas, pandemia, brecha digital, y más. ¿Cómo vamos a superar la mayor crisis, la que más está afectando al comercio, en general?: La guerra económica de Trump, con sus amenazas y sus aranceles que hace tambalearse y encogerse a los mercados. ¿El comercio justo puede ser una herramienta poderosa para combatir los efectos de la nueva crisis económica, la subida de precios y el miedo de los consumidores, especialmente si se enfoca desde una perspectiva sostenible y de confianza.

 

¿Qué podemos hacer?

Nos vamos a centrar solo en las medidas indispensables: La educación y la sensibilización

En un mundo interconectado y desafiante, el comercio justo aporta una visión esperanzadora y transformadora. En ese sentido, el comercio justo no solo es una herramienta económica, sino también una herramienta educativa poderosa que despierta conciencia crítica, empatía global y responsabilidad ecológica. La educación para la ciudadanía global (ECG) puede tener un impacto directo y significativo en el aumento de las ventas de productos de comercio justo, porque transforma a los consumidores en ciudadanos críticos y responsables. La empatía se convierte en motor económico. Los consumidores no solo compran un producto, sino que apoyan una causa.

Conclusión: Tenemos tarea. Y confiamos que, con más apoyos públicos y leyes propicias, en 2025/ 2026 podamos duplicar los datos.

 

Bibliografía

[1]Documento Marco Cáritas y el Comercio Justo desde un modelo de economía solidaria Punto 5.1-1

Número 20, 2025